En el marco de la derrota de La Libertad Avanza, mandatarios provinciales protagonizaron una rápida reacción que trascendió los límites de la provincia de Buenos Aires. Gobernadores de la oposición, agrupados en Provincias Unidas, divulgaron un comunicado donde dejaron en claro que “las sucesivas elecciones provinciales se advierte un claro llamado de atención que el Gobierno nacional debe atender. Sin gestión, no hay futuro”. En ese mensaje también enfatizaron: “Dejemos atrás el pasado. El futuro es con producción, trabajo y transparencia. El futuro es con sentido común. Los sueños de todos están ahí”.
Los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe) remarcaron con fuerza que la ciudadanía ya no tolera “gritos”: “La gente no quiere más gritos, quiere hechos”. Para Pullaro, este resultado electoral ejemplifica el reclamo de un interior productivo que reclama ser escuchado: “Desde el interior productivo tenemos mucho para decir y, sobre todo, mucho para hacer”.
Desde Chubut, Ignacio “Nacho” Torres planteó que el voto bonaerense representa una exigencia por parte de la ciudadanía hacia un gobierno más receptivo a las demandas del interior. “Este resultado es un llamado de atención de la ciudadanía, que le exige al Gobierno nacional más humildad para escuchar al interior que produce, que genera y que trabaja todos los días para sacar el país adelante”, sostuvo.
También hubo espacio para la ironía y criticas incisivas desde el oficialismo provincial. El pampeano Sergio Ziliotto bromeó con un nuevo capítulo de lo que consideró una serie fallida sobre el fin del peronismo: “Un nuevo capítulo de la fallida serie del fin del peronismo. Se vienen más temporadas”. Por su parte, Ricardo Quintela (La Rioja) calificó la victoria peronista como una “señal de resistencia” y advirtió que “el Gobierno nacional es en un 94 % capitalino” y que el Presidente “no conoce la idiosincrasia del interior ni las necesidades de nuestra gente”.