El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabeza el ranking de imagen positiva entre dirigentes locales según un relevamiento de la Consultora ISASI/Burdman, aunque su gestión registra un 56% de desaprobación, lo que plantea un escenario desafiante para el peronismo en las elecciones venideras.
El estudio, realizado durante mayo, mostró que Kicillof cuenta con un 29% de imagen favorable, mientras que su rechazo se posiciona como el más alto entre los dirigentes provinciales. En tanto, Cristina Fernández de Kirchner, candidata a diputada por la Tercera Sección electoral, presenta un 25% de valoración positiva y un 66% de imagen negativa.
En la proyección nacional de cara a las elecciones legislativas, La Libertad Avanza lidera en la provincia con un 37% de intención de voto. Le sigue el peronismo/kirchnerismo con el 36%, mientras que el PRO, el radicalismo y el Frente de Izquierda obtienen porcentajes marginales, con 6%, 3% y 3% respectivamente.
A nivel distrital, el oficialismo libertario consolida su hegemonía con un 51% de apoyo, muy por encima del peronismo/kirchnerismo, que alcanza el 17%. Un eventual frente provincial encabezado por Kicillof apenas alcanza el 4%, lo que refuerza el panorama adverso para el espacio que actualmente gobierna la Provincia.
En este contexto, las chances electorales del actual mandatario provincial dependen en gran medida de su capacidad para reconfigurar alianzas, mejorar su imagen y construir un proyecto competitivo frente a la avanzada libertaria.
A nivel nacional, el presidente Javier Milei conserva una imagen positiva del 52%, frente a un 39% de opiniones negativas. La encuesta destaca que, respecto a abril, su imagen mejoró levemente —entonces tenía un 50% de aprobación—, consolidando su base de apoyo tras casi medio año de gestión.
Sin embargo, el escenario cambia en la Provincia de Buenos Aires, donde Milei enfrenta un terreno más adverso: allí obtiene un 45% de imagen positiva frente a un 47% negativa. Esta diferencia refleja las dificultades del oficialismo para consolidar su liderazgo en un distrito históricamente adverso.
La diferencia entre el respaldo nacional y la resistencia provincial complica las estrategias de expansión del oficialismo en el conurbano y plantea interrogantes sobre su capacidad de tracción territorial en elecciones locales.
Por su parte, Cristina Fernández de Kirchner encara un nuevo desafío electoral en el sur del conurbano bonaerense. A pesar de que mantiene un núcleo de apoyo leal, el nivel de rechazo del 66% evidencia una pérdida significativa de consenso, incluso en zonas donde antes conservaba mayor adhesión.
La expresidenta buscará renovar su influencia política con una candidatura legislativa, en un contexto de fragmentación opositora y ascenso de fuerzas de derecha. El sondeo indica que su margen de acción dependerá de su capacidad para recuperar parte del electorado que migró hacia opciones libertarias o se refugia en la abstención.
Con los números en mano, el panorama en Provincia de Buenos Aires anticipa una campaña marcada por la polarización, la redefinición de liderazgos y la presión sobre los referentes tradicionales. Para Axel Kicillof y Cristina Kirchner, el desafío no será solo conquistar votos, sino también reconstruir credibilidad en el principal bastión del peronismo.