La Municipalidad de Tres Arroyos dio inicio a una ambiciosa campaña para convertir su actual Centro Regional de Estudios Superiores (CRESTA) en una universidad nacional. El objetivo es dotar al sur bonaerense de una institución propia que amplíe la oferta académica y potencie el desarrollo regional a través de la educación superior.
El primer paso se dio a fines de 2024, cuando la gestión del intendente Pablo Garate adquirió el edificio donde funciona el CRESTA. “Es la semilla para que el sueño universitario siga creciendo”, señaló el jefe comunal al formalizar la compra.
Durante los primeros meses de este año, el centro educativo lanzó una campaña de recolección de firmas para sumar apoyo ciudadano a la propuesta. Según detallaron desde el municipio, ya son casi 4000 las personas que adhirieron a la iniciativa para crear la Universidad Nacional de Tres Arroyos.
En paralelo a la campaña local, el intendente Garate comenzó a tender puentes con municipios vecinos, en busca de respaldo institucional y político. Esta semana se reunió con la intendenta de Adolfo Gonzales Chaves, Lucía Gómez, quien celebró el proyecto y valoró su impacto para toda la región.
“Muchos estudiantes de nuestro distrito cursan en el CRESTA. Tener una universidad propia en Tres Arroyos ampliaría sus oportunidades”, destacó Gómez.
También participó del encuentro el concejal chavense José Garibotti, referente de Unión por la Patria. Pese a representar espacios políticos diferentes, ambos dirigentes coincidieron en apoyar la propuesta. “Es una gran oportunidad para nuestros jóvenes y para toda la región”, afirmó Garibotti.
La eventual creación de una nueva universidad en Tres Arroyos se suma a un reclamo histórico de muchas localidades del interior bonaerense: contar con instituciones de educación superior cercanas, públicas y de calidad.
Desde la comuna sostienen que el respaldo ciudadano, la base institucional que representa el CRESTA y el consenso político en la región pueden allanar el camino para presentar el proyecto ante el Congreso de la Nación. Por ahora, el sueño sigue sumando firmas y voluntades.