La provincia de Buenos Aires definió el cronograma hacia las elecciones legislativas del 7 de septiembre y, pese a las tensiones políticas, no habrá cambios de fecha. El proceso avanza con plazos legales fijados por la Junta Electoral, mientras se acelera la rosca por el cierre de alianzas y listas.
Mediante la Ley N.º 15.523, el Gobierno bonaerense dispuso una modificación excepcional del calendario electoral 2025, alterando los tiempos previstos por el artículo 61 de la Ley 5109. El decreto de convocatoria fue firmado en abril por el gobernador Axel Kicillof, quien ratificó la fecha del primer domingo de septiembre.
En junio se activaron los primeros vencimientos. El pasado jueves 19 se cerró el plazo para entregar fichas de afiliación y listados oficiales emitidos por la Justicia Electoral Nacional, según la Resolución Técnica N.º 146/2023. Además, el domingo 29 vencerá el plazo para el reconocimiento de nuevas agrupaciones políticas, 70 días antes de los comicios.
Los momentos más relevantes llegarán en julio: el martes 9 finalizará el plazo para presentar alianzas, conforme al artículo 16 del Decreto Ley 9889/82. Luego, el viernes 19 será la fecha límite para inscribir candidaturas, según establece la Ley 15.523.
Mientras se aproxima el cierre de listas, el peronismo bonaerense atraviesa una fuerte crisis interna. Aunque Cristina Fernández de Kirchner volvió al centro de la escena tras su condena, la unidad justicialista sigue siendo frágil. Sectores aliados no logran articular una estrategia común y temen un quiebre al momento de definir las candidaturas.
Desde el entorno kirchnerista se especuló con un posible cambio de fecha para unificar comicios provinciales con los nacionales, fijados para el 26 de octubre. Sin embargo, voceros oficiales desmintieron cualquier alteración al calendario ya establecido.
En paralelo, La Libertad Avanza optó por mantener un perfil bajo, sin confrontar directamente con el peronismo. Según fuentes del espacio libertario, se iniciaron conversaciones con referentes del PRO y sectores del radicalismo con vistas a un armado competitivo para disputar la Legislatura.
La oposición apuesta a aprovechar la fragmentación del peronismo y analiza integrar listas comunes para competir en distritos clave. El objetivo es ganar volumen territorial sin exponerse antes de tiempo a la interna electoral.
Los rumores sobre un eventual corrimiento de la fecha de votación se intensificaron tras la condena a Cristina Fernández de Kirchner. Algunas versiones indicaban que el Gobierno de Buenos Aires buscaba sincronizar su elección con la nacional, pero finalmente quedó ratificada la jornada del 7 de septiembre.
Desde La Plata enfatizaron que “no hay margen ni intención de modificar la fecha establecida”. De este modo, el cronograma electoral avanza con normalidad y los actores políticos ya se preparan para encarar la recta final del armado.