El diputado José Luis Espert fue consultado acerca de si recibió US$ 200.000 del empresario Antonio “Fred” Machado —imputado en una causa en EE. UU. con presuntos vínculos al narcotráfico— pero eludió responder de forma directa. Afirmó que puede justificar sus ingresos y calificó las acusaciones como parte de una campaña sucia lanzada por Grabois.

Durante su intervención en A24, insistieron en preguntarle si había cobrado ese dinero y su respuesta fue insistir en que no entraría en esa discusión: calificó el reclamo como “un papel trucho de una contabilidad paralela” y rechazó permitir que Grabois monopolice el debate en campaña. Al mismo tiempo descartó la posibilidad de bajarse de su candidatura y apuntó que su trayectoria privada y pública lo respalda.

Por su parte, horas después el presidente Javier Milei salió en defensa de Espert, asegurando que él nunca le pidió explicaciones ni pensó desplazarlo como candidato de La Libertad Avanza en Buenos Aires. Milei atribuyó el conflicto a “operaciones y chimentos de peluquería” y reafirmó que no aceptará que otros le impongan con quién debe estar su espacio político.

Con estos episodios, la campaña en Buenos Aires suma un nuevo capítulo de confrontaciones mediáticas. Las acusaciones de financiamiento opaco, la respuesta reservada de Espert y el respaldo público de Milei configuran una trama política cargada de tensiones de cara a las elecciones del 26 de octubre.