La cadena mayorista Caromar quedó en el centro de una fuerte controversia laboral tras el cierre repentino de dos de sus locales en la provincia de Buenos Aires. Las sedes de San Justo y Mar del Plata dejaron de funcionar sin ningún tipo de anuncio previo, dejando a 78 trabajadores sin empleo y generando un reclamo urgente del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC).

El establecimiento de San Justo fue el más afectado, con 63 despidos, mientras que en la sucursal ubicada sobre la Ruta 88, en Mar del Plata, otros 15 empleados fueron cesanteados de manera inmediata. La empresa sostuvo que las decisiones forman parte de una “reestructuración interna”, pero el gremio cuestiona la falta de aviso y la forma en que se resolvió la desvinculación del personal.

La conflictiva se agravó por la intención de la compañía de encuadrar los despidos bajo el Artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que habilita a abonar solo la mitad de la indemnización cuando se demuestra falta de trabajo genuina o fuerza mayor. Para el SEC, esa justificación no se sostiene, ya que Caromar sigue operando en otras provincias y conserva su estructura productiva, que incluye plantas de detergentes, alcohol y productos químicos.

Desde el gremio remarcaron que la empresa no atraviesa una crisis que amerite esa reducción y denunciaron que la decisión perjudica a empleados con años de antigüedad. Además, señalaron que el cierre inesperado de ambas sucursales refuerza las dudas sobre la legalidad del procedimiento.

Representantes sindicales confirmaron que acompañarán a los trabajadores despedidos y que impulsarán todas las acciones necesarias para exigir el pago del 100% de las indemnizaciones. Mientras tanto, la situación deja un clima de incertidumbre en un sector que supo expandirse con rapidez, pero que ahora enfrenta un ajuste repentino en dos puntos estratégicos del territorio bonaerense.