

La autopista Panamericana volvió a ser epicentro de un conflicto gremial, esta vez protagonizado por trabajadores de la empresa Georgalos, quienes reclaman la reincorporación de compañeros despedidos tras adherirse a un paro. La protesta, que se repite a pocos días del primer corte, generó momentos de tensión con efectivos de Gendarmería Nacional, desplegados para evitar la interrupción total del tránsito.
Desde primeras horas de la mañana, los manifestantes se concentraron sobre la traza, con el objetivo de visibilizar un conflicto que crece en intensidad. Si bien la intención era bloquear completamente la circulación, el operativo de Gendarmería logró mantener al menos un carril habilitado. Aun así, la medida generó fuertes demoras y malestar entre los automovilistas.
El origen del conflicto se remonta a una serie de despidos que, según denuncian desde el gremio, fueron dirigidos exclusivamente a quienes participaron de una medida de fuerza legal. El paro fue convocado tras el pedido de la empresa de ampliar la carga horaria sin incremento salarial, bajo el argumento de falta de personal y aumento en la demanda de producción.
La situación se agravó cuando, pese a la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo, la empresa no reincorporó a los cesanteados, una decisión considerada por los trabajadores como un desconocimiento de los canales institucionales de resolución de conflictos laborales.
Durante la jornada, los manifestantes intentaron avanzar hacia el acceso Tigre, pero fueron interceptados por Gendarmería, lo que desató varios momentos de tensión y forcejeos. A pesar del operativo, la protesta se mantuvo activa con una columna visible a los costados de la autopista.
Además de exigir la reincorporación de los despedidos, los trabajadores denunciaron un clima laboral de precariedad dentro de la planta: jornadas extendidas, reducción de pausas y un esquema que, según relataron, genera temor e incertidumbre entre el personal.
“La persecución sindical es evidente. Los despidos fueron selectivos, dirigidos solo a quienes se manifestaron o adhirieron al paro. Es una violación directa a los derechos laborales básicos”, aseguraron voceros del sindicato.
El corte parcial de la Panamericana reavivó el debate entre el derecho a protestar y el derecho a circular libremente. Mientras en redes sociales algunos usuarios expresaron solidaridad con los trabajadores, otros criticaron la modalidad elegida para el reclamo.
Desde el gremio, se solicitó una nueva audiencia con la Secretaría de Trabajo, aunque aún no hubo respuesta oficial. En tanto, crecen las expectativas por una posible intervención directa del Ministerio de Trabajo, que hasta el momento no se ha pronunciado sobre el conflicto.
Por su parte, la empresa Georgalos no emitió ningún comunicado oficial. Los trabajadores, en cambio, se mantienen firmes: no levantarán la protesta hasta que todos los despedidos sean reincorporados y se garanticen condiciones laborales justas y estables.