La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) alcanzó este año un destacado reconocimiento al ocupar el puesto 28 en el ranking latinoamericano 2024 de Times Higher Education (THE), logrando además ser la mejor nueva incorporación a la lista. 

Este logro representa un hito significativo para la comunidad educativa de La Plata y de la provincia, especialmente en un contexto de dificultades financieras y desafíos académicos que enfrentan muchas universidades en Argentina. La UNLP se consolida así como un referente nacional en áreas clave como la docencia, la investigación y su proyección internacional.

Este ranking, que evalúa el desempeño de las instituciones de educación superior en América Latina, incluye a 214 universidades de 16 países, de las cuales 9 son argentinas. 

La clasificación de Times Higher Education se fundamenta en diversos indicadores que miden aspectos clave como la calidad de la enseñanza, la relevancia de las investigaciones, la transferencia de conocimiento y la proyección internacional de las universidades. Estos criterios permiten valorar el impacto académico y global de cada institución, destacando a las que logran sobresalir en estas áreas.

La Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) no figura en el ranking debido a su política de no involucrarse en evaluaciones internacionales de este tipo. Esta postura ha generado un debate sobre la visibilidad y proyección global de las universidades argentinas, especialmente en un contexto en el que el país busca reforzar sus conexiones académicas a nivel regional.

A pesar del alto prestigio internacional que mantienen las universidades argentinas, este año enfrentaron importantes desafíos relacionados con el financiamiento, lo que impactó directamente en la producción y visibilidad de sus investigaciones. 

Oscar Mumford, científico de datos de Times Higher Education (THE), señaló que las instituciones argentinas experimentaron una reducción en el apoyo financiero, lo cual afectó su desempeño en los indicadores clave de la clasificación. Esto se reflejó en una menor presencia en publicaciones académicas influyentes a nivel global, así como en una disminución de la calidad percibida de sus investigaciones.

"Las métricas de calidad de investigación no favorecieron a las universidades argentinas", explicó Mumford, destacando que los fondos destinados a la educación superior en el país no tienen el mismo impacto debido a los efectos de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, lo que limita el potencial de las universidades para mantenerse competitivas a nivel internacional.