

El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, envió a la Legislatura un proyecto de ley para cambiar el nombre de la estación “Catedral” de la Línea D de subte por “Catedral–Papa Francisco”, en homenaje al pontífice argentino, quien falleció este lunes a los 88 años.
El proyecto contempla una excepción al artículo 5° de la Ley 83, que establece que deben transcurrir al menos diez años desde el fallecimiento de una persona para que una calle o espacio público lleve su nombre. En el texto, Jorge Macri argumenta que la relevancia histórica y espiritual de Francisco justifica el homenaje inmediato.
“Su cercanía y sencillez se demostraban en su continuo uso del transporte público de nuestra querida Ciudad, y en particular del subte, que utilizaba para llegar a la Catedral Metropolitana y a la sede episcopal”, expresa la iniciativa dirigida a la presidenta de la Legislatura, Clara Muzzio. Además, recuerda cómo solía saludar y bendecir a los pasajeros que lo reconocían en los andenes o vagones.
El proyecto también subraya que el legado de Francisco trasciende lo religioso y se inscribe en la memoria colectiva de los porteños: “Para todos los usuarios del Subte, permanece vivo el recuerdo del pastor que caminaba junto a su pueblo. Que la estación lleve su nombre será un testimonio permanente de ese vínculo”.
En la misma línea, los fundamentos destacan que el Papa Francisco “quedará para siempre en la historia de las grandes personalidades argentinas”, y que este gesto busca acercar su figura a las nuevas generaciones.
Como parte de los homenajes, el lunes por la noche se proyectaron imágenes del Papa y la frase “Recen por mí” en las cuatro caras del Obelisco, que actualmente se encuentra en proceso de restauración.