

Dentro de la Provincia de Buenos Aires hay destinos con aires únicos, donde el tiempo parece haberse detenido y en dónde se puede descansar sin los ruidos de la ciudad.
Para aquellos que buscan un destino cercano para el fin de semana, hay algunos pueblos bonaerenses que son ideales para una escapada rápida con la familia, con la pareja o con amigos.
Villa Ruiz, en San Andrés de Giles, emerge como un polo gastronómico rural gracias a sus empanadas de osobuco, parrillas al aire libre y bodegones con recetas tradicionales. En un entorno natural y sereno, el pueblo invita a disfrutar de sabores auténticos y experiencias rurales únicas, ideales para una escapada de fin de semana.
En San Andrés de Giles el gobierno de Axel Kicillof inauguró el edificio propio de la Escuela Secundaria 8, que dejó de compartir instalaciones con la Primaria 3. Al colegio posee laboratorio, sala de informática y patio central, y asistirán más de 160 alumnos del distrito.
En el corazón del partido de San Andrés de Giles, Villa Ruiz conserva intacto su espíritu de pueblo rural. Con calles de tierra, almacenes centenarios y una historia ligada al paso del ferrocarril, este rincón bonaerense ha ganado fama como destino gastronómico, atrayendo a quienes buscan desconectar y disfrutar de una experiencia auténtica.
Villa Ruiz nació con la llegada del tren a fines del siglo XIX. Aunque ya no circulan formaciones, la estación en desuso sigue siendo un símbolo del pasado ferroviario y un atractivo para los amantes de la fotografía. La plaza central, punto de encuentro entre vecinas, vecinos y turistas, resume la esencia comunitaria y hospitalaria del pueblo.
El sabor que distingue a Villa Ruiz
En los últimos años, la gastronomía local impulsó el crecimiento turístico. El plato estrella son las empanadas de osobuco cocidas a fuego lento en horno de barro. Su preparación artesanal y sabor único las convirtieron en una atracción en sí misma.
Además, la propuesta se amplía con carnes a la parrilla, pastas caseras, picadas con embutidos artesanales y bebidas locales como vinos de bodegas boutique y cervezas artesanales.
Parrillas al aire libre: corte de carne a la leña, en espacios abiertos y familiares, son marca registrada del lugar.
Bodegones tradicionales: “Lo de Cacho” o “El Rancho de Ruiz” ofrecen recetas criollas transmitidas de generación en generación.
Almacenes de campo y casas de té: ideales para meriendas con dulces caseros, fiambres y quesos de producción local.
Villa Ruiz no sólo atrae por su cocina. Es un destino perfecto para descansar, hacer caminatas, paseos en bici, cabalgatas guiadas y visitas a granjas donde se enseñan prácticas agroecológicas y producción artesanal de alimentos.
Durante el año, el pueblo celebra eventos como la Fiesta del Asador Criollo y ferias de productos locales. Allí se pueden adquirir dulces, miel, embutidos y quesos artesanales, fortaleciendo la identidad y economía del lugar.
Villa Ruiz se ha transformado en un símbolo del turismo rural bonaerense, combinando historia, paisajes y sabores. Para quienes buscan desconectar y redescubrir el campo con aroma a parrilla y tradición criolla, este pueblo es una escapada que vale la pena vivir.